martes, 24 de junio de 2008

Palabras del caballero de Mirvel.

"No voy a ocultarte las rarezas que he tenido con el señor Dolmancé. Eres demasiado lista como para censurarlas. De hecho, a mí me gustan las mujeres y sólo me entrego a esos caprichos cuando algun hombre agradable me empuja a ello. Entonces, no me niego a nada. Estoy muy lejos de esa ridicula altanería que hace creer a nuestros jovenes entrometidos que se debe responder con bastozanos a semejantes proposiciones. ¿Acaso el hombre no es dueño de hacer lo que se
le plazca? (...) No fueron ellos quienes decidieron llega al mundo con gustos diferentes, así como no somos nosotros quienes
decidimos nacer chuecos o bien formados. Por otra parte, ¿te desagrada que un hombre te exprese el deseo de gozar de ti? No, sin duda. Es un halago que te hace. Entonces ¿por qué responder a su proposición con ofensas o con insultos? Solo los idiotas pueden reaccionar así. Un hombre sensato jamás hablara de un modo diferente al mio, pero en el mundo esta lleno de insulsos imbéciles que creen que les faltan el respeto cuando los encuentran aptos para esos placeres y que, consentidos por las mujeres y eternamente recelosos de quienes parecen atentar contra sus derechos, se consideran los Quijotes de esos
vulgares derechos, tratando con crueldad a aquellos que no los reconocen en toda su medida."

1 comentario:

m. dijo...

Sade Pokemón!

Nunca terminé de leer este libro, te conté? Sobreactuaban mucho. Igual es divertido.

POKÉMON

(me había olvidado de la tilde, que creo que es al revés, bueh)