jueves, 31 de julio de 2008

いろはー歌

Even the blooming flowers
Will eventually fade
even our world
is not eternal

The deep mountains of vanity
cross them today
and superficial dreams
shall no longer delude you





The pangram poem Iroha-uta ("ABC song/poem"), which dates to the 10th century, uses every hiragana once (except n ん, which was just a variant of む before Muromachi era).

jueves, 17 de julio de 2008

'There is a little garden with long grass far from here. There are big white stars. There is a crystal moon. There is a big old tree that protects you.'
Virginia cried. She put her face in her hands.
'The Garden of Death', she said.
'Yes, Death. Death must be so beautiful. To be in the earth with the grass above your head, and listen to silence. To have no yesterday, and no tomorrow. To forget time, to forgive life, to be at peace. You can help me. You can open the doors of Death's house. Love is always with you. Love is stronger than Death.'

domingo, 13 de julio de 2008

Through the looking glass and what Alice found there.

"... En la cabecera de la mesa había tres sillas: las Reinas Roja y Blanca ocupaban dos, pero la del medio estaba vacía. Alicia se snetó en ésa, un poco incómoda por el silencio, y anhelando que alguien hablara.
Al fin, l aReina Roja empezó:
-Te has perdido la sopa y el pescado -dijo-. ¡Traed la carne! Y los criados pusieron una pierna de carnero ante Alicia, que la miró con un poco de ansiedad, porque nunca había tenido que trinchar un cuarto antes.
-Se te ve un poco tímida; permíteme presentarte a esta pierna de carnero -dijo la Reina Roja-. Alicia... carnero: carnero... Alicia.
La pierna de carnero se incorporó en el plato y le hizo una pequeña reverencia a la niña, que la retribuyó sin saber si debía asustarse o divertirse.
-¿Puedo darles una tajada?- dijo, tomando el tenedor y el cuchillo, y mirando de una Reina a la otra.
-Por cierto que no- dijo la Reina Roja, muy decididamente-. La etiqueta no permite cortar a alguien a quien has sido presentada. ¡Llévense la pierna!"

lunes, 7 de julio de 2008

Día tras día, un trío de mujeres.

Me siguen hasta la puerta de mi empleo, lo que escribo de noche de día me lo rompen. Las tres negras me espían detrás de un panal de altísimos cocoyos.
Y tú, dominicana del demonio, que lo único que haces es dejarme chupado como un higo. Pasas las mañanas escuchando salsa, merengue, chachachá. ¡Que tu Willie Chirino! ¡Que tu Jerry Rivera! Si yo fuera Willie Chirino te daría salsa de patadas, un merengue de escupidas. Tú y tus tres primas libidinosas, que impúdicamente imponen al centro de la mesa a sus novios senegalíes y marroquíes: marroquíes que se las marrocan, en sus camiones de la frontera; senegalíes que se las ensartan en las piezas del yoti. Si no fuera porque en el amor eras más dulce que un racimo de blanquísimas papayas. Si no fuera porque me bates el pichiciego hasta que le bota la leche y tímida eyaculas, entre titas, rodhesias y jorgitos. Si no fuera porque cuando paseas por Corrientes enloqueces libreros a granel, ¡uf!, judíos harapientos, dueños de los libros hermanos de los dicha.

Tú,
que el único diez que te sacaste en la vida
fue debajo de la mesa.

Tú,
que el único diez, el único nueve,
te lo sacaste dibujando garabatos de saliva
en el tronco de tus educadores.

¡Oh, tu mi flor de tilo!

¡Oh, tú dominicana del demonio!

Y ahora te toca: te toca un uno, un cero, te toca que te halaguen, te toca trabajar en un supermercado, de cadeta de cajera de cajera cadeta de cadeta cajera, te toca que te roben la cartera un tintel un rímel una novela de Arenas. Tristes fueron las noches en que estuvimos separados y las tres cuadras más lindas de mi barrio las caminé con vos y ahora tengo que olvidarlas o pegar la vuelta a la manzana; que hay una góndola para vos en el supermercado y está esperándote, ¡muerta de risa ¡ que nadie da un peso por lo que hacés y menos por lo que sos, que los libros son porque el papel lo aguanta todo, que a veces te vienen unas ganas locas de garchar en bicicleta. ¡Loquita!, que leíste más de cien poemas de Fernández Moreno y ningún soneto, ninguna flor y ahora me pides flores me pides rimas...Comienzo a calentar estos motores, regurgitea la letra geneva con que escribo y acá te va lo dicho es hecho: ¡Que la rima rima con rosa y la prosa es prosa debajo de las bolas!
A vos, ¿te gusta Perec, te gusta Perec, te gusta Perec?
Perdón por la maleza.